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Exterior del derrumbe de la torre. 1921

Nº 4 – La Cantera del Patrimonio – LAS TORRES DE LAS IGLESIAS DE SANTA MARÍA Y SANTA QUITERIA. CENTENARIO DEL DERRUMBE DE LA TORRES DE SANTA QUITERIA.

  • Última modificación de la entrada:24 de agosto de 2021

Miguel Ángel Martínez Cortés

Hay catástrofes poco conocidas para nuestro patrimonio como son los dos derrumbes de las torres de las parroquias más antiguas de Alcázar, la de Santa María y la de Santa Quiteria,  este mismo año, se cumplían en el mes de febrero cien años de la caída de la torre de Santa Quiteria, de ahí la intención de desarrollar este pequeño artículo para su mayor conocimiento y avance para un futuro posterior estudio.

Los avatares de la historia y de los siglos han hecho que sepamos algunos datos de ellas, pero hoy en día, nadie ha hecho un estudio minucioso y pormenorizado de un proceso que va aparejado a los tiempos, a las situaciones y las circunstancias.

El caso de la parroquia de Santa María, cuyo origen, datado en el siglo XIII, tenía cerca de ella la antigua puerta tejera con dos torres que daban entrada a la ciudad medieval y que se mezclaban con otras series de edificaciones también en forma de torre que conformaban parte de lo que era el antiguo palacio del Gran Prior, hoy solo se conservan algunos elementos, el conocido popularmente como Cubillo, Capilla de Palacio o Ermita de San Juan y la Torre del Gran Prior o Torreón.

Pero la iglesia de Santa María, también tenía su torre o mejor dicho sus torres, una de las desaparecidas se encontraba a los pies de la actual iglesia, junto al actual coro. En nuestros días como todos sabéis la iglesia carece de torre-campanario, pero la tradición cuenta que tuvo por lo menos dos torres: una de construcción “una cosa muy antigua que está llena de quiebras o hendiduras” como aparece documentada en el siglo XVI, podía haber sido una construcción romana o alminar árabe y otra construida en1632[1] situada en el lado derecho del actual coro. En mayo de 1632 se realiza una visita general y se estudia arreglar la antigua torre “por lo que necesitaba grandes y urgentes reparaciones pues amenazaba ruina” o hacer una nueva. A la vista de este calamitoso estado de la torre antigua el visitador general solicitó los servicios de dos maestros de obras o alarifes, para que le asesoraran qué era lo más conveniente hacer, a los que se presentaron Sebastián Pérez y Gabriel de la Plaza, ambos pedían para la reparación de la antigua torre ochocientos ducados, y no aseguraban que se quedara bien, diciendo que necesitaría reparos cada día después de la citada obra, “porque es una cosa muy vieja y sin proporciones”, por lo que proponen hacerla nueva  en la parte de arriba al cuerpo de la iglesia. También piden que para demoler la torre vieja y “dejarla a la altura que hubiere de quedar” fuera necesario trescientos ducados para realizarlo.

Una vez escuchados a los maestros de obra, los visitadores de la Orden de San Juan, decidieron a la vista de esta declaración, que lo mejor y más acertado sería demoler la torre vieja,  “aprovechado lo que se pudiera de sus despojos”- y hacer una torre nueva de la capacidad necesaria para el servicio de la iglesia, dejando la vieja a una altura conveniente y cubriéndola para que siguiera sirviendo a la iglesia en lo que fuera necesario. Para hacerla nueva conforme a la dicha traza y planta, se haría de piedra de picón el primer cuerpo y lo demás de esquinas labradas con el cuerpo de mampostería, con las ventanas que mostraba la traza, galerías y capitel de piedra labrada, con su remate de una cruz y su bola, para ello los alarifes pedían que sería necesario para materiales y manufactura y todo gasto que pudiera surgir, dos mil y cuatrocientos ducados. Esta torre que se edificó este año de 1632, y supuestamente quedó quebrantada a consecuencia de un cañonazo francés, debido a los conflictos y guerra franco-española que se vivía en aquél tiempo, se desplomó en la noche del 24 de abril de 1844. Sus campanas se colocaron provisionalmente en el torreón del Gran Prior el 10 de mayo del citado año de 1844 hasta que se reedificara nuevamente la torre de Santa María que nunca más ocurrió.

[1] Visita anual de mayo de 1632. Licenciado Frey D. Juan Muñoz Villaseñor. Revista Guía 1962.
Plano de SANTA QUITERIA IGNE. 1884

Por lo que respecta a la parroquia de Santa Quiteria, pasa lo mismo que en la de Santa María desde su origen datado en el último tercio del siglo XV, han sido diversos los problemas que esta iglesia ha tenido a lo largo de su historia, como los existentes en nuestros días con el desplome de una columna de su entrada principal.

El problema endémico que ha tenido la construcción de esta parroquia o uno de sus principales a lo largo de su vida han sido, por un lado, el deterioro de la piedra y los materiales de construcción que ha sufrido el templo al paso de los años debido, principalmente, a la descomposición de sus sillares que bien por capilaridad de las aguas tan salitrosas que Alcázar tiene en su subsuelo como por, la erosión del aire, al ser una piedra muy porosa y arenisca y por otro, el excremento de las palomas que, en disolución con el agua, va descomponiendo los minerales de los que se compone la piedra, amén de los daños que estás aves hacen con su picoteo constante y atascando vertientes tejados y canalones con sus nidos, por lo que el adobo de las armaduras y reparos de hundimientos era frecuente e incrementaban los desembolsos anuales de la parroquia.

Plano finales siglo XIX. Derrumbe de un muro lateral. ADT
Alzado de la fachada de la iglesia desaparecida ADT
Portada de los pies de la iglesia desaparecida. ADT.

También un problema importante que sufrió esta parroquia fue el incendio ocasionado por un rayo el 1 de octubre de 1785, que se mantuvo desde las ocho de la noche hasta las cinco de la mañana del día siguiente, significó la destrucción de una parte significativa de la iglesia y provocó una gran confusión entre las gentes que acudieron a apagarlo. Los testigos de la catástrofe relataban cómo se formó una nube sobre la villa, y cómo cayó un globo de fuego en la capilla mayor. La rapidez de los vecinos para sofocarlo, no impidió que en unos minutos ardieran las armaduras, aunque consiguieron salvar el sacramento y las imágenes que se encontraban dentro del templo. Los cuantiosos daños ocasionados por el incendio serán motivo para iniciar una nueva etapa de reconstrucción de la iglesia, durante la última década del siglo XVIII, en la que fundamentalmente se repondrá la cubierta de la iglesia, se rebajará el presbiterio y se eliminará la sacristía que se encontraba debajo de la capilla mayor construyéndose otra en superficie mediante la incorporación de un terreno por el lado norte de la cabecera. Las obras se harán por el maestro de obras de la Dignidad Prioral, Francisco Sostre, bajo la dirección del arquitecto Juan de Villanueva. Las obras se prolongaron entre 1794 y 1796, por lo que los actos religiosos se trasladaron al convento de las franciscanas de la Inmaculada Concepción.

Hay que hacer mención a los dos boquetes – entrada estrecha a un lugar – de la Iglesia, uno de ellos llamado de la “Niña” situado en la confluencia de la calle Trinidad y el otro, en la parte opuesta, junto a la calle La Feria, llamado de “Los Cordeleros”

Por lo que respecta a la primera referencia que tenemos de la torre antigua de Santa Quiteria es que se edificó en el último tercio del siglo XVI (donde ahora se haya la casa parroquial), que según D. Enrique Manzaneque – otro gran alcazareño, amante de su Alcázar, amigo íntimo y colaborador de la obra de D. Rafael Mazuecos – se coronó con un chapitel y aguja, y al derrumbarse esta primera obra terminó tejándose la torre al completo. También el caso de Juan Serrano que se subía a esta torre con el lignum crucis – madera de la cruz, reliquia del cristianismo que se refiere al madero usado por los romanos para crucificar a Jesús de Nazaret, para espantar las tormentas y las plagas de langosta, pero lo común es que desde esta torre se marcó el ritmo de la vida cotidiana de los alcazareños, acogió hasta 1725 el reloj de la villa y con las tres campanas que llegó a tener, dos grandes para graves y agudos y una pequeña, fundida en 1655, se regulaba la actividad laboral y social de los vecinos. Tocaban al despuntar el día dando comienzo el trabajo diario; el ángelus señalaba el descanso para la comida y el toque de ánimas marcaba el final de la jornada –  toque lúgubre que en las épocas que la ciudad era pequeña, marcaba la conclusión de actividades, pero el fin específico era pedir por los difuntos -. Con su toque grave convocaban a las gentes a los entierros y aceleraban su volteo en caso de incendios.

Interior del derrumbe de la torre. 1921

El derrumbe producido el 7 de mayo de 1921 afectó a una parte de la iglesia desapareciendo su torre, y prácticamente el último tramo de la misma; se produjo a las diez de la noche y precisamente esa misma mañana se había celebrado una boda en la citada iglesia, por suerte tan solo fueron daños materiales sin correrse ninguna vida al respecto. Hasta noviembre de 1924 no se empezó la reconstrucción del templo, aunque solo afectó a las zonas menos dañadas. Alguna mampostería se utilizó para cerrar la iglesia y tan solo se recuperaron algunos sillares que ahora son los bancos que se encuentran en la parte del actual callejón, también se recuperaron las dos inscripciones en piedra de la cofradía de la Virgen del Rosario que fue una de la afectadas en quedarse sin capilla con el derrumbe.

Reconstrucción de 1924

A principios del siglo XX se hace otra torre provisional de mampostería que se levantó después del hundimiento y que desapareció en la última restauración de la iglesia hace pocos años. Al desaparecer la torre, las campanas recientemente restauradas se instalan en el interior de la actual iglesia, en donde podemos leer en una de las leyendas:

-Parte de arriba: MARÍA. JOSÉ. S. BARBARA V. M. ORA PRO NOBIS AD DEUM (RUEGA A DIOS POR NOSOTROS)

-Parte de abajo: SANTA QUITERIAV. M. PATRONA DE ESTA VILLA DE ALCÁZAR DE SAN JUAN .ORA PRO NOBIS. MARZO. AÑO DE 1727.

Campana de Santa Quiteria

Donde se refleja también el enfrentamiento del antiguo Prior en el siglo XVIII de Santa Quiteria para que esta fuera la patrona de la villa, en detrimento de la Inmaculada Concepción que ha sido siempre la patrona de la antigua villa de Alcázar a lo largo de su historia.

Fuente AHMASJ

Miguel Ángel Martínez Cortés. Investigador desde hace más de treinta años, sus trabajos sobre Alcázar de San Juan han centrado la mayor parte de sus publicaciones, como las Teselas realizadas de los alcaldes de Alcázar de San Juan: Domingo Llorca y Camilo Laguna http://www.patronatoculturaalcazar.org/teselas/TESELA24.pdfhttp://www.patronatoculturaalcazar.org/teselas/TESELA69.pdf  junto a otras muchas publicaciones realizadas de la historia de esta localidad.

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