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Batalla de Lepanto por Vicente Urrabieta, 1850 (BNE)

Nº 5 – LEPANTO 1571-2021. AUXILIO DE LOS CRISTIANOS.

  • Última modificación de la entrada:16 de diciembre de 2021

Luis Miguel Román Alhambra.

Una de las Letanías que rezamos en el Santo Rosario es la de «Auxilio de los cristianos». Este ruego a la Virgen fue añadido por el Papa Pío V después de conocer que la flota cristiana había vencido a la turca en el Golfo de Lepanto. Esta batalla sucedía el domingo 7 de octubre de 1571, hace ahora 450 años. Una batalla que enfrentó a centenares de barcos y decenas de miles de hombres, y  que cambió la historia de Europa y del mundo.

Al amanecer de aquel domingo, formada la escuadra cristiana en orden de combate, en todos las galeras y galeazas se rezó el Santo Rosario por expreso deseo del Papa y del almirante de la flota don Juan de Austria, recibiendo todos de rodillas la bendición apostólica enviada desde Roma. Al conocer el Papa la victoria de la flota cristiana, en gratitud a la intercesión de la Virgen María en la batalla ante la poderosa flota otomana, instituyó la fiesta del 7 de octubre con el nombre de Nuestra Señora de las Victorias y poco después su sucesor Gregorio XIII cambió la advocación a  Nuestra Señora del Rosario, llegando así hasta nuestros días.

Vivimos hoy solo del presente, nos olvidamos del pasado y casi somos incapaces de pensar en el futuro, pues todo o casi todo ya está establecido por unos pocos. En su afán de adormecernos persiguen que nos olvidemos hasta de nuestro propio pasado, con sus luces y sus sombras. Y esto es lo que habría pasado con esta trascendente batalla naval, que cambió la geopolítica en el Mediterráneo y en Europa, si en una de las galeras al mando de don Álvaro de Bazán, la Marquesa, no hubiera estado Miguel de Cervantes quien, treinta y cuatro años después, enviaba a imprimir la primera parte del Quijote. En el Prólogo al lector de sus Novelas Ejemplares, tres años antes de morir, Cervantes nos expresa su orgullo por haber estado en la «batalla de Lepanto […] la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros», y que en ella perdiera «la mano izquierda de un arcabuzazo». 

Sin embargo, ese glorioso día iban embarcados en la Armada de España dos Cervantes con el mismo nombre de Miguel, y ambos tuvieron la misma triste  suerte de salir heridos de la batalla contra la gran escuadra turca.

En el Archivo General de Simancas se guarda un documento con la signatura AGS, EST, LEG, 1138, en el que aparece una carta escrita por don Juan de Austria al rey Felipe II, su hermanastro, el día 19 de marzo de 1572 desde la ciudad siciliana de Palermo, indicándole que «Al Veedor general y contador he ordenado que saquen una relación de los soldados que han quedado mancos y maltratados en la batalla para enviarla a Vuestra Majestad»

En la relación, realizada por el Contador de la Armada, de los cuatrocientos nueve heridos que reciben «ayudas de costas por haver servido señalada y particularmente el dia de la batalla que se dio a la armada del turco a los siete de octubre milquinientos y setenta y uno con la de la Santa Liga, que salieron heridos y mucha parte dellos mancos», aparece en la cuarta posición del folio 5 vuelta, marcado posteriormente con una cruz en el margen: «A miguel de cervantes otro tanto – 20 ducados»

Detalle del documento AGS, EST, LEG, 1138, folio 5v (AGS)

Siguiendo con la relación de heridos, en el folio 8 vuelta, la última persona nombrada y el dinero entregado es «A miguel cervantes. Veinte y dos escudos». Al margen una anotación posterior de «ojo».

Detalle del documento AGS, EST, LEG, 1138, folio 5v (AGS)

Este documento, conocido al menos desde 1849, fue expuesto al público por primera vez en la exposición Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales, en el Archivo General de Simancas durante el año 2016. Se desconoce el motivo por el que este documento ha estado “guardado” tantos años y, por tanto, no tenido en cuenta por los biógrafos cervantinos. Si bien, parece muy probable que sea por contener el nombre de dos hombres con el mismo nombre de Miguel y con el mismo apellido de Cervantes, y los dos sin graduación militar, ni siquiera de soldado, como sí lo es el herido relacionado anteriormente al segundo Cervantes: «A luis de almaçan soldado diez escudos».

El documento no deja lugar a dudas de que en la escuadra de las  galeras cristianas que combatieron en el golfo de Lepanto, aquel glorioso día del 7 de octubre de 1571, estaban a bordo dos Cervantes que resultaron heridos. Ambos recibieron meses más tarde, en el hospital de Mesina y por orden de don Juan de Austria, una cierta cantidad de dinero por «ayudas de costas». Uno de los dos Cervantes es el autor del Quijote y sabemos cada vez más de su azarosa vida, pero ¿quién es el otro Cervantes?

Alcázar de San Juan, desde que en 1748 se descubriera en su iglesia de Santa María una partida de bautismo de un niño al que su padre Blas de Cervantes Sabedra el día 9 de noviembre de 1558 le puso de nombre Miguel, ha creído firmemente  que este Miguel fue el autor del Quijote, y que con tan solo trece años había estado en la batalla de Lepanto. Edad imposible para estar de soldado en los Tercios Españoles pero adecuada para las labores de grumetes y pajes que con la edad de trece años podían embarcarse en las galeras y galeones españoles. Aunque su labor estaba destinada en trabajos de limpieza y ayudar a todo lo que se terciaba, en caso de batalla eran los encargados de mantener encendidas las mechas junto a los arcabuceros. Esta función en las galeras que hoy nos puede parecer imposible era tan normal en tiempos de Cervantes que incluso él mismo la describe en el capítulo LI de la primera parte del Quijote cuándo describe la llegada de un hombre a su pueblo que «venía de las Italias, y de otras diversas partes de ser soldado» recordando que «llevóle de nuestro lugar siendo muchacho de hasta doce años, un Capitán, que con su compañía por allí acertó a pasar». La misma edad con la que el alcazareño Miguel de Cervantes pudo enrolarse en la Armada de España en Italia en 1570. Para el autor del Quijote, bien pudo haber estado en la galera Marquesa.

¿Se conocieron estos dos Cervantes al escuchar su mismo nombre en boca del Contador de la Armada en la gran sala de heridos del hospital de Mesina? De uno de ellos se conoce que le dieron el alta unos días más tarde, en abril, y siguió en la Armada pero ¿y el otro Miguel?

Luis Miguel Román Alhambra.
Alcázar de San Juan, 1961.
Técnico Superior en Delineación Industrial, estudio Geografía e Historia en la UNED.
Profesionalmente dedicado a la operación y mantenimiento en el sector ferroviario y actualmente en el fotovoltaico.
Investigador independiente, he editado cuatro  trabajos sobre la geografía en el Quijote:Mi vecino Alonso (2011), La venta cervantina de Sierra Morena (2012), Las aventuras de don Quijote en Sierra Morena (2017) y Alcázar de San Juan en las crónicas de viaje. De Hans Christian Andersen a Julio Llamazares(2020).
He publicado más de doscientos artículos en blogs, revistas y periódicos, y participado en congresos cervantinos con ponencias relacionadas con la geografía en el Quijote.
Director desde 2016 a 2018 de un programa de radio semanal en la Cadena Ser, con el título Cervantes, don Quijote y la Mancha, llegando a emitir más de cien programas.
Socio fundador de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y primer presidente, actualmente soy su vicepresidente.
Miembro de la Asociación de Cervantistas y del Grupo de Estudios del Campo de San Juan.
Pregonero de los Mayos a la Virgen del Rosario en Alcázar de San Juan, 2016.
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