Juan Francisco Carricondo Sánchez y Ángel Vaquero.
La toponimia es el estudio del origen de los nombres de localidades, predios y accidentes geográficos en general. Para ello es preciso hacer un análisis histórico de las formas más antiguas del topónimo y prever cómo evoluciona el mismo adaptándose a las particularidades propias de los idiomas. Los topónimos mayores son los nombres de localidades o municipios, mientras que los topónimos menores hacen referencia a aldeas, casas de campo, lagunas, cerros y otros accidentes del terreno. En el presente artículo pretendemos esclarecer el origen de los distintos topónimos que pudiera haber acaso tenido la actual Alcázar de San Juan a lo largo de su dilatada historia. Nos centraremos en el posible topónimo prerromano Alces que algunos atribuyen a Alcázar aunque es incierta su localización a día de hoy; el topónimo medieval árabe Qasr ´Atiyya que algunos historiadores han querido identificar con la localidad manchega de Alcázar y los respectivos nombres de Alcázar de Consuegra y Alcázar de San Juan que ha tenido desde el periodo de reconquista, alternando con el de Alcázar de Cervantes que tuvo durante un breve tiempo en la Guerra Civil.
Época prerromana: Alces
Algunos historiadores han querido, pensamos muy aventuradamente por el momento para dar una certeza absoluta, ver en el actual Alcázar de San Juan o en sus alrededores la identificación de la antigua ciudad hispanorromana de Alces.
Se menciona en la vía del Itinerario Antonino Per Lusitaniam ab Emerita Caesarea Augusta, como la octava mansión (It. Ant. 444,5), encontrándose separada XL millas de Lamini (Laminium) y XXIIII de Vico Cuminario. Según Carrasco Serrano [1] no se puede hablar con seguridad de la identificación de esta Alces con la Alce relatada por Tito Livio (XL, 46-49) al narrar las operaciones militares realizadas por T. Sempronio Graco en el año 179 a. C. quien atravesaría la Oretania y la Carpetania tomando varias ciudades, entre ellas Alce, obteniendo un amplio botín y prisoneros entre los que se encontraban los hijos de un reyezuelo llamado Thurro, con el que se pactaría una alianza que consistía en ayuda militar a cambio de su libertad. No existe unanimidad respecto a la localización de Alces. Ambrosio de Morales la ubica entre Quero y El Toboso; Fernández Guerra y Cortés y López la ubican en Alcázar de San Juan; Saavedra al oeste de Miguel Esteban y Blázquez en La Hidalga entre Quero y Campo de Criptana.
Algunos autores han relacionado aventuradamente el topónimo Alces con el acusativo plural de la palabra latina de origen céltico alces, -is, que en época romana designó a cérvidos de latitudes más septentrionales y que podría haber sido aplicada en la Península a alguna variedad de cérvidos como los corzos.
Época árabe: Qasr ´Atiyya
Alcázar de San Juan ha tenido distintos núcleos de ocupación árabe, valga el ejemplo del topónimo medieval Piédrolla (hoy Piédrola), topónimo que hace referencia a un lugar pedregoso.
Con respecto a Alcázar de San Juan, muchos historiadores han querido, como Vallvé Bermejo, ver en su fortificación medieval el origen del actual Alcázar de San Juan, donde hoy se encuentra el palacio fortificado del Gran Prior antiguo castillo de la Orden de San Juan, que pudo aprovechar para su construcción alguno de los elementos del anterior castillo musulmán posiblemente el Qasr ´Atiyya mencionado en las fuentes árabes. Identificación de Alcázar de San Juan con Qars ´Atiyya que no deja de ser una mera especulación sin referencias históricas que la avalen.
Ibn Hayyan menciona Qasr Atiyya como fortificación existente pasado Uclés en el camino de Zaragoza a Córdoba, en el contexto de la campaña militar llevada a cabo en el año 935 por el califa ´Abd al Rahmán III. Al ´Udri menciona igualmente la fortaleza y el lugar de Qars Bani ´Atiyya en el importante cruce de caminos o intersección entre el camino de Zaragoza a Córdoba y el de Toledo a Cartagena.
El primer componente del topónimo Qasr da lugar a la voz castellanizada Alcázar y designa un conjunto fortificado o alcazaba que posiblemente —siguiendo a Hernández Jiménez— se tratara de un alcázar vial o alberge caminero situado en esta importante vía de comunicación.
Como pone de manifiesto Chavarría Vargas que realizó una profunda revisión de este topónimo, y cuyos estudios hemos tenido en cuenta para la elaboración de este epígrafe, el elemento Átiyya hace referencia al conocido linaje de origen tribal asadí-muharibí de los Banu Atiyya, cuyos principales representantes pertenecían a una ilustre familia granadina según el árabe al Maqqari. Entre los descendientes de esta familia hubo grandes ascetas y hombres de letras, destacando el conocido alfaquí, poeta y jurisconsulto Muhammad Ibn ´Atiyya (1088-1147) autor de un célebre comentario de Alcorán.
Respecto al antropónimo ‘atiyya se trata según Terés de un sustantivo con la significación de “regalo”, ampliamente utilizado en la onomástica árabe y reflejado en la toponimia hispánica, a menudo con deformaciones curiosas: Vinatea, Atea, Valdeatea, Fuerte de Atea, Venatea, Venatfa, arroyo de Buena Tía.
Etapa desde la reconquista hasta la actualidad: Alcázar de San Juan
Alcázar es un topónimo árabe que procede de al qasr o Al-kasar, que significa «palacio fortificado» “el recinto fortificado, la fortaleza”, que es el equivalente al castrum latino. Aparece documentado en 1150[2] con el actual nombre.[3] El predicado del topónimo alude a la pertenencia de esta villa a la Orden de San Juan.
Originariamente tuvo el nombre de Alcázar de Consuegra, dado que el priorato de la Orden de San Juan estaba en esta ciudad toledana. Fue dotada de fuero en 1241 por el prior Rodrigo Pérez. Sancho IV, a finales del siglo XIII le concedió el título de villa y su actual predicado “de San Juan”.
A principios del siglo XVI aparece ya el Priorato dividido en dos Partidos, el de Castilla y el de León, con la de Consuegra y la Alcázar, residiendo los alcaides designados por los priores en sus respectivas fortalezas.
Como curiosidad histórica decir que en octubre de 1936 el concejal del Partido Comunista Emilio Tajuelo Martín-Menasalvas propuso el cambio de nombre a Alcázar de Cervantes siguiendo la corriente Cervantina que sitúa a esta villa como lugar natal del escritor del Quijote. Se procuró arreglar este asunto siguiendo la tramitación reglamentaria correspondiente. En marzo de 1937 se celebró un pleno extraordinario para el cambio de nombre siendo alcalde el socialista Domingo Llorca Server. Este alcalde se exilió terminada la Guerra Civil a Francia donde murió de muerte natural.
[1] CARRASCO SERRANO, G. (1996): “Antigüedad: Indigenismo y romanización”, en La provincia de Ciudad Real II, Historia. Diputación de Ciudad Real. Biblioteca de Autores y temas manchegos, 2ª edición. pp. 105.
[2] Donación a Juan Muñoz, caballero del Hospital de la aldea de Alcázar, cerca de Villacenteno. (Aguirre, Priorato de San Juan, p.159.).
[3] CORCHADO SORIANO, M. (1976): «Toponimia medieval de la región manchega», en VII Centenario del Infante don Fernando de la Cerda, Madrid, Instituto de Estudios Manchegos, p. 44.