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Foto escolar tradicional de los hermanos Iñiguez en los años 50.

Nº 8 – Remembranzas – LA CLASE DEL RECREO

  • Última modificación de la entrada:9 de mayo de 2023

Estíbaliz Rodrigo Escribano

“Fue en el recreo donde aprendí lo que era la amistad, formación que he ejercido hasta hoy y de la que no pienso jubilarme” Juan Serrano

La hora del recreo, el sabor de la leche en polvo con queso y el olor de las flores del patio son algunos de los recuerdos más destacables que ensalzan los alumnos y alumnas de la Ferroviaria.

“Nos daban queso y leche en polvo, que la leche en polvo, no se dé que sería… pero yo estaba acostumbrado en mi casa a beber leche condensada de bote y esa leche no sabía a nada”-  Antonio Iñiguez

Fueron los niñ@s que aprendieron a leer, escribir y los números de la mano de Doña Carolina y Doña Josefina, los que si eras niña continuabas tu camino en la planta de arriba con Doña Mari, Doña Luisa y Doña Flora, aprendiendo a coser, bordar y hablar en público con la ayuda de Don Quijote y poesías de Gabriel y Galán. Y si eras niño, resolvías problemas con Don José, Don Antonio, Don Anastasio y Don Francisco en la planta de abajo.

“Y Doña Flora sí, era muy recta, pero nos enseñó mucho. Yo tengo un recuerdo especial de esta persona, porque a mí, yo creo, me metió un poco en vereda, era un poco trasto. Con doña Luisa no estuve, aunque era una persona también muy amable, muy cariñosa, yo la recuerdo, pero yo no estuve en esa clase.”Ángeles Delgado

Alumnos y alumnas que están inmensamente agradecidos a sus maestras y maestros por el trato y el cariño que recibieron de cada uno de ellos, aunque no les dieran clase directamente.

A través de sus recuerdos te invitan a revivir con ellos las clases del recreo, protagonistas de juegos, risas, compañerismo y forjador de amistades.

“De este primer año la clase que mejor recuerdo, era la que se desarrollaba en el recreo, porque era la primera vez que jugaba con otros niños de mi edad” – Juan Serrano.

El patio también fue testigo estrella de la Primera Comunión de niñas y niños que pasaron por este edificio. Originalmente se realizaba en la capilla,  pero al ser cada vez más numerosa la cantidad de alumnas y alumnos se paso a realizar el acto en el patio.

“Aquí hicimos la primera comunión, que esta era la capilla, me parece, ¿no? Yo lo veo muy pequeño, para ser la capilla, pero bueno. Yo la hice abajo en el patio, porque se ve que éramos muchísimos en ese año, que fue en el año 1955. Y la verdad es que es un recuerdo que no se me olvida nunca” – Ángeles Delgado

Los domingos por la mañana era hora de escuchar la misa con el padre Fidel en la Capilla grande que estaba situada en la planta de arriba para posteriormente con un proyector antiguo ver películas como “Marcelino Pan y Vino” o “La Túnica Sagrada”.

“La parte de arriba, yo conocía lo que era la capilla, que daba la ventana del chaflán del edificio y al margen derecho era donde ponían el altar y luego cuando terminaba la misa, ponían una pantalla”- Antonio Iñiguez

¿Cómo era el edificio por dentro cuando ell@s venían?

Navegando por su memoria conocemos que realmente la fachada sigue siendo la misma pero con otra pintura o que la escalera, por la que tantas veces se bajaba Luisa Palomino por la barandilla y tantas veces le regañaban las maestras, sigue siendo la misma, esta igual.

“Dentro del colegio, los pequeños estábamos al fondo a la izquierda, según se entraba a un aula muy grande.  De nosotros se encargaba Doña Carolina, de la que nunca olvidare su cariño y su atención” – Juan Serrano

Recorriendo los pasillos, sabemos que la clase de Alderete era la última de un pasillo muy largo en la planta baja y que correspondía a las últimas dos o tres ventanas o que en la calle Velázquez había una puertecita pequeña con dos escalones que a la izquierda daba acceso a la clase del maestro con bigote, que daba a la calle y enfrente se encontraba otra clase que daba al patio. Un patio que olía a rosas y tenían una fuente como las de las películas del oeste.

“lo que recuerdo mucho de este recreo es, una parte que había una rosa negra, me acuerdo muchísimo, porque eran unas flores, unas rosas, que olían tan bien, tan bien, que nunca he encontrado una rosa que huela así” – Ángeles Delgado

“Otra cosa, la fuentecita del patio del recreo, me acuerdo que era una fuentecita de agua con bomba, como las que salen en las películas del oeste y sacábamos el agua así para beber.” –Antonio Iñiguez

Si necesitabas bolígrafos, lapiceros, cuadernos rubios… solo tenías que ir a la consejería y el conserje tenía todo el material escolar que necesitaras.

Los niños y niñas de la Ferroviaria recuerdan estos años con una sonrisa y como una de las etapas más felices. Siguen estando agradecidos a los maestros y maestras por la atención, conocimientos y cariño que recibieron durante ese periodo y con satisfacción piensan en ese sentimiento cada vez que pasan por delante del edificio, sintiendo la necesidad de compartir con sus allegados la experiencia vivida en él.

Estíbaliz Rodrigo Escribano
Diplomada en Educación Social por la Universidad de Castilla – La Mancha de Talavera de la Reina. Aprender es una de mis mayores motivaciones. Me encanta descubrir más acerca de la historia y, en particular, la de Alcázar de San Juan.
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