Este segundo número de Salitre se presenta coincidiendo con el inicio de un nuevo año que todos esperamos que sea mejor que el que hemos dejado. Introduce importantes novedades en cuanto al nuevo formato digital de la revista que ahora permite, entre sus muchas funcionalidades, un mejor acceso desde cualquier dispositivo, más inmediatez y mayores posibilidades de difusión, además de diversidad de formatos y contenidos o consultas específicas gracias a su motor de búsqueda, y todo ello creado con un gestor de contenidos gratuito y con el objetivo de hacerla más dinámica y abierta al público.
Estas páginas como en el número anterior, están salpicadas de imágenes evocadoras relacionadas con cada uno de los diversos artículos, que guardan la esencia del origen de la revista, que es la participación de los diversas personas investigadoras, que muestran sus trabajos de una forma breve, para dar a conocer a los lectores y lectoras, la historia y la cultura de nuestra ciudad en sus diferentes facetas a modo divulgativo.
La publicación de esta revista ha coincidido con el fallecimiento de nuestro colaborador, Santiago Ramos Plaza, poeta alcazareño, escritor y editor cuya obra tenía a Alcázar de San Juan siempre presente. Este poema elegido por su hija, nos lo recuerda:
La tarde su cielo azul
se lleva a la lejanía,
dejándonos en la noche
a tu alma y a la mía.
Ya vernos será imposible;
yo no sé a dónde miras
y tú no sabrás de mí
algo que desconocías.
Perdidos uno del otro,
el camino que tú elijas
no será por el que voy
sin tu estrella como guía.
Lástima que no cogiera
nuestro sol de mediodía
para seguir ahora juntos,
igual que una sola vida.
Santiago Ramos Plaza
En este segundo número hemos querido incluir ya como secciones fijas, Cartas a Musulen (sección en honor y memoria de nuestro compañero de Cultura, Alfredo) un artículo que lo firma en esta ocasión la historiadora Mª Soledad Salve Díaz- Miguel, hablándonos de una de las fiestas que marcan este mes de enero en nuestra ciudad la de San Sebastián o Santo Bastián como era conocido en la antigüedad. En otra de las secciones fijas, Remembranzas, recuperamos esta vez dos artículos, uno de Juan de Dios Sánchez Mateos, sobre sus recuerdos del pasado Carnaval y otro artículo del historiador Francisco José Atienza Santiago, quien recoge la relación que tuvo el hace unos meses fallecido Diego Armando Maradona y con la ciudad de Alcázar.
El apartado de Oficios está dedicado a una de las cooperativas más duraderas en la ciudad como fue “La Equidad” realizado por Bárbara Sánchez Coca y que se acompaña también con una galería de imágenes, tanto de su edificio como de sus trabajadores, como el incendio sufrido por la entidad en 1960. También presentamos la sección dedicada a
divulgar el Patrimonio Cultural, conocida como “La Cantera del Patrimonio” se pretende desde una forma novedosa, dar a conocer nuestra ciudad a través de sus elementos patrimoniales, en este caso la conocida fachada de “Párraga”, donde la historiadora del arte Gloria Muñoz Canal analiza su iconografía y sus distintos elementos.
En este segundo número hemos tenido el privilegio también de contar con importantes firmas de investigadores e investigadoras, como la del historiador Gonzalo Molina Sánchez- Mateos miembro de la Asociación Castellano Manchega de Arqueología, que nos adentra en otro elemento patrimonial de la ciudad ya desaparecido, como fue “El Humilladero”.
La Educación, también tiene su cabida con el título sobre las escuelas de niñas en Alcázar a principios del siglo XIX, por la historiadora Teresa Moreno Barriga, tampoco hemos dejado perder la ocasión en este año que se nos fue, aunque sea de manera simbólica para relatar los 150 años del cementerio de Alcázar, siendo esta actividad pospuesta para mejores épocas, el trabajo está firmado por la historiadora del arte Gema Cañas, Pablo Pichaco y Fernando Meco, almas del citado proyecto que se hará, cuando los tiempos sean mejores.
Y para finalizar, en esta revista no solo cabe la investigación y la prosa; también cabe la expresión artística. De este modo, se hace una pequeña recensión sobre el artista local Antonio Fernández Molina, realizado por la historiadora del arte y profesora María Reguillo Moreno, que tan bien lo trabajara en su tesis doctoral hace unos años y que lo dejara plasmado en un libro publicado en la I Beca de investigación Histórica Ángel Ligero Móstoles del año 2015, editado por este Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan.